El proyecto "Incandescente Navidad" se funda en la condición de pueblo fantasma en que se encuentra la ciudad de Chaitén en la actualidad, a partir de registros fotográficos tomados recientemente en dicha ciudad se proyecta una intervención al Local 2702 estación de trabajo, donde se evidencia un paisaje desolador, una mirada estética a la des-utilidad de objetos del paisaje urbano cubiertos por cenizas.
La intervención en este espacio de arte toma como referencia fotografías tomadas recientemente en en Chaiten que dan cuenta de una ciudad desvastada y sin personas, casas y plazas sumergidas en las cenizas, un lugar donde la naturaleza se abre camino de una manera indescifrable, donde las mismas cenizas que sepultaron los bienes de las personas sirven como fertilizantes para futuras selvas nativas. En base a está premisa el artista Francisco Marín propone una instalación que plantea el concepto de devastación, ya sea con las ruinas de una ciudad anterior como también con nuevas especies y frutos radioactivos, que surgirán del cambio climático.
La intervención en este espacio de arte toma como referencia fotografías tomadas recientemente en en Chaiten que dan cuenta de una ciudad desvastada y sin personas, casas y plazas sumergidas en las cenizas, un lugar donde la naturaleza se abre camino de una manera indescifrable, donde las mismas cenizas que sepultaron los bienes de las personas sirven como fertilizantes para futuras selvas nativas. En base a está premisa el artista Francisco Marín propone una instalación que plantea el concepto de devastación, ya sea con las ruinas de una ciudad anterior como también con nuevas especies y frutos radioactivos, que surgirán del cambio climático.
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